Capítulo 2: Esencia

Cuando los dragones se mezclan entre los humanos, pagan un precio tremebundamente alto. Pierden parte de su esencia draconiana, pierden parte de lo que son...pierden sus alas. Su capacidad de volar desaparece para siempre, hasta el momento en que mueren, y sus espíritus por fin se elevan otra vez, libres por fin.
Un dragón atrapado a un cuerpo humano es débil. Mucho mas débil que en el abismo de hielo donde se gesta, pero aun asi, mas fuerte que un simple humano, y no es una fuerza física, ni siquiera mental. Los dragones tienen una impresionante fuerza de espíritu, que los caracteriza, y, aunque ya no puedan usar sus alas, siempre encuentran una forma de volar.
Alma sonrió cuando recordó de improviso Los Nombres Secretos de los Reyes Dragones. Me aseguró que esos nunca iba a ser capaz de contármelos, era imposible que esas palabras saliesen de sus labios... Desistí de rogarle que lo hiciera.
Y entonces ella me contó esta historia:

Hace miles de años, los dragones vagaban sueltos y solitarios por el mundo, y no habia paz ni sosiego entre ellos y los humanos, que los perseguían con afán escalofriante. La población draconiana menguaba cada año mas y mas, y la Especie Sagrada se extinguía poco a poco, sin apurarse, pero sin parar.
Entonces el Gran Concilio decidió coronar al primer Rey de los Dragones, llamado Inverno. Su nombre ahora puede ser pronunciado, porque el duelo de 100011 años pasó ya, y el recuerdo en si mismo perdió su magia.
Inverno reunió a todos los dragones del mundo en el Polo Sur, y les señaló las montañas de hielo que ahi estan, tan similares a los abismos de su lejanía.
-Hermanos. -Dijo con su voz profunda, y los miles de espejos polares brillaron ese dia. -Como el norte es tan simliar al sur, asimismo lo son el este y el oeste. Podemos hacer que nuestro mundo sea nuestra casa, seamos australes, o septeptrionales....
Una dragona joven e inteligente de piel dorada se paró a su lado.
-Los humanos fueron nuestros enemigos por mucho tiempo. -Agregó, con una voz mas suplicante que imperante. -Tal vez deberiamos dejar de pelear con ellos, y escucharlos. Tienen, como nosotros, muchas cosas importantes que contar, muchas vidas, historias, amores y sueños, tal como nosotros.
Inverno la miró, extrañado de no haberla notado antes. Estaba tan absorvido por su silema, que no habia visto a sus hermanos uno por uno. Despues de mirar enteramente a la Dragona dorada, miró a su alrededor, y vió a un delgado dragón azul, una blanca con largas pestañas, un dragón ciego, que caminada apoyado en una joven naranja..... Miles de hermanos con los que compartir el mundo. Entonces sonrió, y entabló conversación con cada uno de ellos.
Creció, cambió, se enamoró, tuvo hijos, murió, y voló.
Y fue feliz, y tambien lo fueron sus hermanos.
Ahora, cuando seguramente recuperó su esencia en La Tierra Detras de la Cascada, Inverno estará escuchado de lo que sus hermanos dragones llegaron a lograr en el mundo:
Recompensar su esencia perdida, con una armonía total y absoluta.

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Suya, siempre suya,
-Magenta