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viernes, 4 de septiembre de 2009

Delirios de fin de año (parte 1): Conversaciones hipóteticas con el Fantasma Fragante

Mientras camino por la calle, fingiendo ser como el resto de la gente que camina a mi alrededor, es decir, alguien que no habla con espíritus, o se sienta en bares a escribir, o no escucha a la profesora de italiano porque se pierde enseguida, ya que el italiano suena tan mágico... Mientras finjo que soy una de esas personas, le digo al fantasma que me siga, que mejor que no se quede atrás, no sea que se pierda en el camino y no pueda volver a casa... Y disminuyo el paso. Si pierdo al Fantasma por las callecitas con nombres de flores de mi Buenos Aires, me quedo sin espíritus meridionales, porque con el Aura apenas se puede contar por ahora. Y lo que menos quiero, es quedarme sin espíritus.
"Vamos Fantasma, apurando el paso. Dale que se hace tarde, ya casi atardece, y ni siquiera cruzamos la vía."
La incorporea presencia del Fantasma Fragante solo se delata por el olor a lluvia, clavado en ese misterioso punto que une el final de la nariz y el principio de la boca. Oliendo lluvia, saboreando lluvia.
Pero yo se que el me acompaña, y salta los charcos conmigo.
¿Como? Simplemente lo se. Porque el es mi Fantasma Fragante, mi Espíritu de los Primeros Veranos, el único que va a seguir saltando charcos eternamente.
Me pierdo de nuevo merodeando entre los árboles cuidadosamente plantados en las veredas de las casas de familias adinearadas que viven en aquel Jardín Urbano. Él me sigue de cerca, con su aire despistado, y ese fuerte olor que ya no identifico.
"Sabes Fantasma, es bueno que nadie sepa que andas por acá" le digo, algo adormilada, con el cuerpo pegado a la raíz de un árbol. "Se puede prestar a confusiones..."
No espero que me responda. Ya se que es imposible. Me levanto y empiezo a caminar, envuelta en ese olor a lluvia, a brisa de bosque, y a Fantasma.
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Bueno, esto fue la primera parte de una especie de mini-relato hablado de partes inspirado en ciertas vidas pasadas mias, y protagonizado por dos entes a los que yo llamo Espíritus Meridionales. El que acaban de conocer hoy es el Fantasma Fragante, conocido por o hacer nada que valga la pena en su vida/no-vida, excepto estar ahi en el momento y lugar preciso, no por clarividencia, sino por casualidad.
Ya van a saber mas sobre los Espiritus, paciencia, amigos mios,

Magenta

2 comentarios:

Dem dijo...

Hay! es ... PERFECTO! xD de verdad.. siento que estoy ahí, en esa mini-ciudad con nombres de plantas que tanto me gusta xD
Y me gustaría oler de vez en cuando ese olor a lluvia sobre las plantas y árboles, pero nunca estoy caminando por esas calles y siento ese olor. Tal vez porque en esa maldita pequeña ciudad no llueve ni un centímetro al año!!!

Uff!.. bueh, xD estoy loca, pero soy así.
Ya quiero conocer al Aura eh.. que venga de vez en cuando no significa que no venga ahora..

Un saludo magen!! nos vemos por las calles floreadas xDD

Bye!
Dem..

Cam~ dijo...

Nos vemos, compañera.
El aura ya viene, paciencia xDD

Mage...