Viernes 10:30 pm

Bueno. Estoy sentada en la cama, con el pelo recogido en una gorra que me queda horrible, pero no me averguenzo de llevar puesta. Es la gorra que dice "EGRESADOS 2001", recuerdo de ese añocen que terminé en jardín de infantes (O de instantes, mas bien, por lo poco que dura)
Abajo de mi brazo, descansa un peluche amarillo que pretende ser una rana, viejo regalo de una vieja amistad. Cada tanto, tomo un sorbo de coca-cola, de un vaso que parece que no se acaba mas, y escucho las canciones, aunque no lo crean, de "HIGH SCHOOL MUSICAL" la película que estoy viendo. Me van a odiar por eso, pero siento esa película como parte de mi pasado, y supongo que Dem la sentirá igual (Ay, amiga, te estoy mandando al frente....)
Ya se que hace unas semanas que no escribo, y, en realidad, tengo una idea para un post, un oque explique como nos conocimos todos los bloggers muertos (Osea nosotros) Pero, simplemente, las palabras o me salen. Sufro una especie de sequía dolorosa, que no es completa, porque todavia no abandono mi historia, ya ademas trabajo en algunos cuentos chiquitos que me despejan. Pero no por eso la sequía es menos dolorosa. De hecho, para mi, que soy el tipo de persona que le sobran palabras, perderlas ahora se acerca al infierno. Y me hace plantearme cosas que no quiero.
Estoy escribiendo en hoja de carpeta, a dias del inminente inicio de clases, High School Musical sigue siendo una pelotudez. Y me encanta. La coca-cola se me acabó, pero la gorra sigue en mi cabeza. El aire acondicionado que por fin empieza a hacer efecto, y ya se adonde voy. Me cago en los planteos. Las sequias se acaban, como se acaba todo, y, a pesar de ser la mas muerta de todo los Bloggers Muertos, me siento mas viva uqe nunca. La sequia no va a poder conmigo, el colegio no me va a quebrar, las palabras van a volver en algun momento. Ahora me voy a secar mis botas, blasfemar una nota, y apagar el reloj. Los quiero. (10:50 pm)

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Escribí esto ayer a la noche, estyaba cansada, y aburrida, pero, en cuanto terminé de escribir, me di cuenta de que las palabras habian vuelto. Tal vez la única solución a las sequías sea esa, echarle agua.

Con cariño, desde la suave llovizna que antecede a la tormenta de palabras, Magenta.